La gente me mira, cosa que a mi no me gusta nada; de hecho, me fastidia. Cuando camino por la calle, entro en un bar, o subo al autobús, me doy cuenta de que la gente me mira, lo mismo que si fuera una pintura en el museo, un partido de fútbol en la tele, un bebé rodeado por su familia, un espectáculo. A menudo les sorprendo mirándome de cabeza a pie, y en cambio les miro tanto que no pueden hacer nada más que apartar la vista. En otros momentos no les miro, pero siempre tengo la sensación de que me están mirando.
Al principio creí que era por curiosidad. La gente me mira por mis ojos chinos, la piel morena, mi pinta distinta. Como vivo en una ciudad donde los asiáticos son cuatro gatos, atraigo mucha atención, tengo poder magnético. Recuerdo que pasa lo mismo en Japón y Filipinas donde es difícil para los extranjeros esconderse, en especial los rubios, porque siempre se hacen notar en todas partes. Incluso yo era propenso a mirarles de vez en cuando, aunque procuraba no hacerlo.
También la gente me saluda en la calle, cosa que tampoco me gusta. Estaría bien si me dijeran "Hola," pero la verdad es que me dicen "Ni hao." En primer lugar no soy chino, aunque lo parezco, además si lo fuera, tampoco me apetecería que la gente me saludara en chino. A veces me llaman así; cuando paso por una conglomeración de gente en la calle, o en la playa, les oigo diciendo entre ellos: "Mira, un chino," "Hay un chino," etc.
Si hubiéramos estado en Filipinas, a un español le llamarían "americano" ¡jaja!
Un día me atreví a plantear ese tema a mis amigos. Esa chica japonesa de la escuela de idiomas decia que a ella le pasaba lo mismo - le mira la gente y le llama "china" - algo que no puede aguantar. Cree que la gente es racista. Por otra parte, siempre se encuentran sorprendidos mis amigos españoles cuando se lo cuento, ya que nunca han tenido la misma experiencia. Suelen decirme que tal vez me salude la gente por motivos cordiales.
La verdad es que por mucho que lo intente entender, me resulta difícil comprender ese comportamiento. Creo que una parte de la gente aquí es racista, es un racismo que proviene sobre todo de su incultura, su carencia de conocimiento de cosas orientales. En España miran por encima del hombro a los chinos, aunque por cierto dentro de muy pocos años la economía China será más importante internacionalmente que la de España. Miran por encima del hombro a los chinos, aunque a los españoles les gusta mucho comprar en las tiendas chinas...
En realidad soy filipino, desgraciadamente en España me convierten en un chino. No me gusta que la gente me mire y me salude en chino, no obstante a partir de ahora, me da igual. Hay que recordar que también hay buena gente aquí, acogedora, abierta y simpática, y pienso seguir teniendo trato con esa gente. Por otra parte, a los demás: Así os parta un rayo ¡cojones!
1 comentario:
hi tony. i still like reading what you write. ganda. =)
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